Se despierta el día en la llanura de Tesalia, al norte de Grecia. La niebla matutina pronto se disipa y muestra en el horizonte las Meteoras. Un espectáculo tan impresionante desde los pies de la villa de Kalambaka como desde lo más alto, a más de 600 metros de altura, donde se encuentran los monasterios del valle de las Meteoras.